miércoles, 19 de junio de 2013

La diligencia

Vuelven los de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) a darnos lecciones. ¡No aprenden, pobres (*), ni cuando se equivocan! Ahora nos salen con los permisos por muerte de familiares, que les parecen excesivos.  Si de verdad esta gentuza representa al empresariado español, nuestro país no va a volver a generar riqueza y empleo hasta dentro de unos siglos.


Os pongo el enlace, que no tiene desperdicio. Otra perla de esta cuadrilla. Un dirigente de la misma que viene a decir que cuatro días de permiso por el fallecimiento de un familiar de primer grado son excesivos porque en nuestro país ya no se viaja en diligencia.

By William Henry Bishop [Public domain], via Wikimedia Commons
Se puede ser más abyecto, seguro, pero es difícil. Este personaje debe pensar que ante la muerte de un familiar de primer grado (tu padre o tu madre, por poner un ejemplo), lo mejor que puedes hacer es ir al entierro rapidito y volver a trabajar enseguida. Total, los funerales suelen durar más bien poco, con lo que no hace falta dedicarles mucho tiempo.

Seguro que habrá hecho cálculos como éstos: una media de dos horas para los desplazamientos. Otra hora para el funeral. Y otra hora para llorar un rato con los familiares y allegados (eso si eres débil y lloras la muerte de tus familiares) y para hacer el papeleo. Total: cuatro horas. Aún te queda jornada para trabajar.¿Dónde vamos haciendo en cuatro días lo que se puede hacer en cuatro horas? Así va España, pensará sin duda.

Por mi trabajo me toca acompañar numerosos procesos de duelo. Sé del golpe, el vacío, el dolor y el sufrimiento que la muerte de un ser querido deja. Presencio frecuentemente la dificultad para recuperarse de las heridas invisibles que estos fallecimientos conllevan.  En la mayoría de las ocasiones, es recomendable y necesario recuperar cuanto antes las rutinas y la vida normal. Pero a su tiempo. Hay que tener tiempo para llorar, para acompañar y sentirse acompañado, para que las cosas vuelvan a su lugar tras el periodo de crisis que acaba de atravesarse.

Le diría al sujeto que ha manifestado semejante ocurrencia éstas y otras muchas cosas en relación a los procesos de duelo, pero dudo que las entendiera. Así que me limitaré a explicarle algo que él mismo ha nombrado: la diligencia. Además de una película de John Ford y un antiguo vehículo de transporte, hay otro significado que debiera conocer:

Diligencia: definición
  1. f. Cuidado, prontitud, agilidad y eficiencia con que se lleva a cabo una gestión.
Pues eso, que se aplique el cuento y sea más cuidadoso en las responsabilidades que le toca gestionar, porque con estas manifestaciones ha demostrado de todo, excepto diligencia.

(*) Eufemismo utilizado para nombrar a estos personajes, que en el fondo son tan pobres que no tienen más que dinero.

1 comentario:

  1. Es normal que esta gentuza no quiera que se usen estos permisos. No hay más que ver cómo muchos de ellos se recuperan de las muertes de sus propios familiares, no entraré en detalles...

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