domingo, 5 de marzo de 2017

Consejos para pobres

Hace un tiempo, en un viaje a Sevilla, tuve la oportunidad de visitar el Hospital de la Caridad, un edificio del siglo XVII perteneciente al barroco sevillano. En él encontré una inscripción que me pareció de mucha actualidad en estos tiempos que corren, así que os la comparto.


Dicho hospital, como muchos otros edificios en distintas ciudades en esa época, era la sede de una institución benéfica, en este caso la Hermandad de la Santa Caridad de Sevilla, fundada en el siglo XV y dedicada a atender a los enfermos desvalidos, ocuparse de los necesitados y dar sepultura a los reos condenados a muerte.

La inscripción a la que me refiero responde a los valores y modos de acción social que se desarrollaban en esos siglos, pero sus enseñanzas son tan actuales que las considero de perfecta aplicación para la acción social moderna y para el sistema de servicios sociales que estamos desarrollando.

Es la siguiente:


No me negaréis que contiene mensajes muy útiles y actuales. Tal vez haya que traducir un poco, ya sabéis, cosas de la época. 

Obviaremos las referencias católicas, ya sabemos que en la actualidad nuestro estado es laico y aconfesional, ¿no?
 
Por lo demás, la parte que dice "perol de sopa y pan de los pobres" la podemos sustituir como "bancos y campañas de alimentos". Sí, justo esas a las que hace poco nos animaba a participar nuestra flamante ministra de servicios sociales. De plena actualidad, vaya.

Además en aquella época, ya véis que estaban muy adelantados... No se conformaban con el asistencialismo, qué va. Además proponían consolar a los pobres y enfermos y darles "santos consejos". Nosotros hemos traducido eso en una cosa que llamamos "contraprestaciones" y que les entregamos a los pobres junto a cada plato, ¡perdón!, junto a cada prestación.

Pero a mí la parte que más me gusta es la dirigida a los profesionales: "reprimir la ira y ejercitar la paciencia". ¿Es o no un consejo útil? ¿Cómo si no íbamos a poder lidiar con toda esa población de pobres que atendemos y que, no nos olvidemos, son pobres porque no quieren trabajar? No podemos enfadarnos con ellos, un poco de paciencia, por favor...

 Y si me gusta mucho ese consejo para los profesionales, mucho más útil me parece la recomendación a los pobres. Que "sujeten la ira y la impaciencia" y sobre todo, que "ofrezcan a Dios sus dolores y penalidades". Pues eso, también paciencia. El Estado les cuida, ya hace todo lo posible por ellos, los recursos son limitados, no hay para todos, estamos creando empleo...

A Wang le han parecido tan necesarias estas enseñanzas y recomendaciones que está pensando en lanzar un crowdfunding para editar unos paneles y colocarlos en todos los Centros de Servicios Sociales de nuestro territorio. 

Si estáis interesados, no dudéis en poneros en contacto con él.


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