lunes, 25 de agosto de 2014

El ascensor del alcalde


Las declaraciones de algunos políticos sobre los episodios de violencia sexual contra la mujer de los que hemos tenido noticia últimamente son tan deleznables como los propios hechos en sí. Repugnantes e indignas declaraciones, impropias de quienes ostentan semejantes cargos de responsabilidad.

 

Comienzo a estar seriamente preocupado por la deriva moral que exhiben nuestros gobernantes y, entre todos ellos, me llama poderosamente la atención la catadura de muchos de los alcaldes que dirigen nuestros pueblos y ciudades.

Ya he comentado en una entrada reciente, Fauna Ibérica, las repercusiones que tienen las irresponsables declaraciones de un alcalde, (en ese caso sobre los inmigrantes), así como la ideología que las sostiene.

En este caso, pasa algo parecido: primero, el alcalde de Málaga relativizando la violación de una joven y preocupado únicamente por la imagen de inseguridad que los hechos podrían transmitir de su ciudad, y por ende, de su  gobernanza.

A continuación, el Ministerio del Interior, responsabilizando a las propias mujeres de no cuidarse lo suficiente de ser violadas y dando magníficos consejos como la adquisición de un silbato.

Y para postre, el alcalde de Valladolid, haciendo apología de la violencia al poner el acento en las denuncias falsas, en unas machistas y lamentables declaraciones sobre alcaldes, ascensores y sujetadores. Y entre sus perlas: “a las seis de la mañana, una mujer joven tiene que cuidar por donde va”.

Lo de siempre. Criminalizar a la víctima. Culpabilizarla de su propia situación. Da igual la forma. En los casos extremos opinan que se merecía la violación, por ir provocando con minifaldas o escotes inapropiados. En los casos más suaves, ha sido una tonta que no ha sabido protegerse. Y en el medio, siempre la duda: algo habrá hecho ella.

Sigo sin entender cómo el partido político que ampara a estos alcaldes no los destituye de inmediato. Una sociedad avanzada no puede tener gobernantes que exhiban estos valores. Semejante desatino sólo puede tener una explicación: esos valores son compartidos. Sólo la connivencia ideológica del partido a nivel general con esas posturas individuales puede aclarar que semejantes manifestaciones sean jaleadas y aplaudidas en lugar de reprochadas y corregidas.

Lo cual tiene una explicación. Al fin y al cabo, son coherentes con la ideología neoliberal que predican. Recordemos que, al final, lo que persiguen es la intervención mínima del Estado en pro de una Sociedad Civil regulada por el mercado. Como os dije en mi última entrada, Rajoy ya lo ha dejado bien claro: “la gente no debe esperar que las administraciones públicas resuelvan sus problemas”.

Desde esa óptica, asumir algún tipo de responsabilidad social en cualquier problema haría necesario dedicar recursos colectivos para solucionarlo. Y como eso va en contra de su ideología, la única salida es negar esa responsabilidad social y atribuirla a la responsabilidad individual.

En el caso de la violencia sexual contra la mujer, que es lo que hoy nos ocupa, asumir la responsabilidad social significaría dedicar recursos a la educación, a políticas de igualdad, a políticas de seguridad… Es mucho más coherente para ellos atribuir la carga del problema a la víctima. Así se evita tener que poner medios y recursos ante el problema y colgando una lista de consejos en la página web del Ministerio, ya se han tomado todas las medidas necesarias.

El que todo ello produzca una re-victimización en las mujeres agredidas es un detalle sin importancia.

Para ellos, claro.
 

jueves, 14 de agosto de 2014

Las vacaciones de Mariano

No, el título de esta entrada no es el de la última novela que he leído, aunque bien pudiera serlo. Más bien se trata de los mensajes que nuestro presidente del Gobierno nos ha querido hacer llegar mientras pasa sus habituales días estivales por la costa gallega.



Son unas declaraciones que no han tenido demasiada trascendencia, pero a mí me han resultado de lo más reveladoras y en nada inocentes. 


Como os digo, aprovechando sus días de asueto (y supongo que tras alguna copiosa comida bien acompañada de los vinos a los que tan aficionado es nuestro dirigente) ha lanzado unas cuantas proclamas donde se puede observar el núcleo de su pensamiento (y por ende, el del partido a través del cual gobierna).


Las copio tal cual han salido en la prensa:


  • "la gente tiene que actuar sin esperar a que sus problemas se los vengan a resolver las administraciones públicas"

  • "hay valores del deporte que se han de aplicar a la vida para llegar al éxito: la perseverancia, el sacrificio, el aguante, de vez en cuando mirar para otro lado y siempre que haya gente que apoye a uno, aunque no lo entienda muy bien"

  • "a veces la gente piensa que las Administraciones públicas tienen que llegar a todo, y las administraciones llegan a donde llegan"

  • "un país es su gente, su voluntad, su tesón, su capacidad de actuar por sí mismo sin esperar que sus problemas se los vengan a resolver las administraciones públicas, su empuje. Un país sólo funciona con gente."

La verdad es que no se puede ser más claro, eso hay que reconocérselo. Pero como sé que el lenguaje de estos neoliberales trasmite mensajes que a veces pasan un poco desapercibidos, me he atrevido a meter estas frases en el traductor "neoliberal-vulgar" de Google. Y esto más o menos me ha salido:

  • "España es un país lleno de gente vaga y que no se esfuerza lo suficiente. En vez de luchar con tesón y empuje para solucionar sus problemas se sientan a esperar que las administraciones públicas se lo solucionen"

  • "De las situaciones de necesidad que la gente atraviesa, no han de ocuparse las administraciones públicas. Los pobres, los dependientes, los desempleados... se encuentran en situación de necesidad porque no se esfuerzan y no deben ser objeto de la protección del Estado. Ha de ser la solidaridad de la gente quien se ocupe de ello."

  • "Los derechos sociales son algo a extinguir. Pueden ser sustituidos perfectamente por la caridad y la compasión ciudadana".

  • "No es responsabilidad del Estado solucionar los problemas de la gente. Ha de ser la propia Sociedad quien se encargue de ello. Por tanto, las prestaciones y servicios sociales son algo perfectamente prescindible y pueden recortarse sin ningún miramiento"

¿A que así se entiende mejor? Al menos a mí esta traducción me ha ayudado a entender la política social que este Gobierno lleva ejecutando estos últimos años, desmontando sin piedad los sistemas públicos de protección social y permitiendo que fenómenos como la desigualdad, la exclusión social o la pobreza infantil crezcan sin ponerles remedio.

¿Porque acaso nuestros gobernantes son unos seres desalmados, que gozan con el sufrimiento de la gente y se afanan en provocarlo? Sé que por momentos parece que sí, pero yo no lo creo. Aunque muchos de ellos hayan accedido a la política preocupados únicamente por su propio beneficio y la gestión del bien común sea algo a lo que no le prestan interés, a una gran parte de ellos estoy seguro de que las situaciones de sufrimiento humano les conmueven y preocupan. El problema es que están convencidos de que desde su ejercicio público no deben ocuparse de ello.

Y si el Estado no ha de ocuparse de las necesidades de los ciudadanos, ¿en qué ha de ocuparse? No sé muy bien que piensa esta gente, pero una de las primeras cosas que hizo este Gobierno fue ponerse a gestionar la venta de armas internacional, que antes era responsabilidad únicamente de las empresas privadas. Enlace. ¿En ésto sí ha de intervenir el Estado? Yo no lo entiendo, pero ¿cómo asumimos entonces que le hayamos vendido a Israel durante 2013 cinco millones de euros en material bélico antes de que, avergonzados por su utilización en el conflicto de Gaza, le hayamos suspendido la venta? Enlace.

No haré la demagogia de decir que este Gobierno prefiere la venta de armas a, por ejemplo, la atención a la dependencia. 

Aunque lo parezca, al menos, durante las vacaciones de Mariano.

Os dejo con un clásico: Os resentidos y su "Galicia Canibal". Y es que... ¡fai un sol de carallo!.




domingo, 10 de agosto de 2014

Fauna ibérica

Dentro de la fauna ibérica cuyas andanzas y costumbres suelo comentar en este blog, ocupan un lugar privilegiado (casi en el mismo rango que los representantes del empresariado), los alcaldes. Sí, los alcaldes; esos seres que gobiernan nuestras ciudades y pueblos y entre los que de vez en cuando aparece algún espécimen digno de estudio. Como éste que os traigo hoy: Javier Maroto, alcalde de Vitoria y ¡oh, causalidad!, del PP.


No sé si será el acceso a la alcaldía (con esa agradable sensación de omnipotencia al haber quedado primeros en algo...) o es que vienen así de serie, pero cuando un alcalde se lía a hablar sobre cuestiones sociales suele dejar comentarios que en este blog no podemos dejar pasar.

Y en este caso el amigo ha tenido suerte: Wang está de vacaciones y, seguramente, hubiera sido mucho más radical que yo. Porque sin duda, las manifestaciones que ha hecho este alcalde son bastante radicales. Os las cuento. Enlace.

Aunque podéis consultarlas en el enlace que os pongo, os resumo que este personaje en concreto ha venido a decir que "los inmigrantes, sobre todo marroquís y argelinos, viven de los servicios sociales que pagamos todos". Naturalmente, (seguro que es lo que pretendía) se ha generado una polémica importante. Supongo que tales manifestaciones vendrán refrendadas de un concienzudo análisis y unos rigurosos informes que, sin duda, pondrán de manifiesto lo que todos ya saben: que los inmigrantes son un atajo de vagos y defraudadores que se aprovechan de las ayudas sociales para vivir sin trabajar y que por esta causa, están perjudicando a los nacionales que se ven privados de las ayudas que (estos sí) sin duda merecen.

Tales manifestaciones, a mi juicio, contienen tres críticas importantes: una, al Sistema de Servicios Sociales en general, que  tiene diseñadas unas ayudas sociales inadecuadas que permiten que la gente se aproveche de ellas y viva, cual parásito social y sin esfuerzo ninguno, del dinero de los demás; otra, a los profesionales de dicho Sistema, que lejos de controlar el adecuado uso y seguimiento de las ayudas, las dan indiscriminadamente sin criterio ni análisis; y la tercera a los propios inmigrantes, como hemos dicho y por resumir, unos delincuentes aprovechados.

Ya hace unos años, cuando este blog comenzaba, comenté en un par de entradas: Algo hemos hecho mal y Los míos, unas noticias parecidas. Es recurrente dentro de la ideología neoliberal el argumento de culpar al inmigrante (y al pobre, al parado...) de aprovecharse de las ayudas sociales. Ya por entonces terminaba mis reflexiones con otros datos: los inmigrantes han aportado al conjunto del país mucho más que lo que han obtenido. Pero esto es una realidad que a esta gente no le interesa señalar.

Y no lo hace porque, simplemente, les quita argumentos para su estrategia: el desmontaje y destrucción de cualquier sistema de protección social.

De todas formas, lo que de verdad me irrita no son los argumentos. Al fin y al cabo, los espero de esta gente. Lo que sí me molesta más es la gran repercusión que obtienen y los sentimientos de odio y rechazo que alientan entre grandes capas de la sociedad.  Y que los políticos que exhiben este argumentario de una manera tan irresponsable, presuman además de ser los valientes que por fín dicen las cosas que nadie se atreve a cuestionar.

Pues bien, yo, que soy de naturaleza confiada, estoy dispuesto a admitir que este alcalde tiene razón. Seguro que tiene estudios que demuestran y apoyan sus argumentos. Datos incontestables que demuestran el alto grado de fraude en la percepción de las ayudas por parte de argelinos y marroquís. A cambio de mi confianza, le pido a este alcalde (dudo que lea ésto, así que lo daré por hecho) que confíe también en mí.

Porque yo también he hecho algún estudio. Es sobre los alcaldes. Tras recopilar numerosos informes y datos y pedir a algunos catedráticos de la prestigiosa Universidad de Old River of Down que los analizasen, he llegado a unas cuantas conclusiones, que pueden resumirse en la siguiente tesis:

Los alcaldes viven de los impuestos que pagamos entre todos. Son un verdadero problema para esta sociedad. Ineptos en su gobierno y con el único interés de su beneficio propio se están aprovechando de todos nosotros, viviendo sin apenas esfuerzo y dilapidando ineficazmente montones de dinero público. Por su causa, todos estamos teniendo que pagar las consecuencias y tenemos una calidad de vida muy inferior a la que podríamos.

¿Que os parecen injustas estas conclusiones? No sé por qué. Están basadas en  fuentes parecidas a las que utiliza el alcalde de Vitoria.

Como os digo, me alegro que Wang esté de vacaciones: porque ahora estaría proponiendo la expulsión inmediata del país de cualquier político que haya sido alcalde estos últimos años. ¿A dónde, podéis preguntar? Conociendo a Wang seguro que propondría expulsarlos a Marruecos o Argelia.

Porque otra cosa no, pero Wang es de un ocurrente...

viernes, 8 de agosto de 2014

Macedonia de verano

Vacaciones. Para mí, tiempo para descansar, para relajarse, para estar con otros... o con los mismos, pero de otra manera. Tiempo para pensar, para leer, para reflexionar, alejados del trajín del trabajo y la vida cotidiana. Tiempo para experimentar y descubrir.


 Por Prezado E, en Flickr
Os traigo una entrada veraniega, en la que me atrevo a compartir con vosotros unas cuantas reflexiones y experiencias que están configurando el crisol en el que se están desarrollando mis vacaciones. Sólo son apuntes que, probablemente, habremos de desarrollar con más profundidad en futuras entradas.

El tiempo. De que estamos viviendo un tiempo apasionante, no tengo ninguna duda. La crisis ha removido las entrañas de nuestro sistema y algo nuevo va a surgir. Cómo será y donde nos llevará es lo interesante. Por mi parte ando expectante y alerta ante los signos de esa transformación. ¿Nos conducirá hacia una sociedad más humana y solidaria? Eso espero.

La política. Menos los que lo tienen todo y desde su seguridad nada necesitan, el resto anda en transformación. Nuevos partidos políticos proponiendo nuevas formas de participar en política. Viejos partidos políticos intentando renovarse para responder a los retos actuales. ¿Conseguirán revertir la profunda desafección que la sociedad tiene ante los políticos? Veremos.

El altruismo. Según la R.A.E. "Diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio." Como parecen demostrar los últimos estudios de los científicos sociales o incluso de la neurociencia, el ser humano, en cuanto a animal, es de naturaleza altruista. La generosidad y la cooperación nos hacen más eficaces como especie. Confiaremos en ello.

La complejidad. Es la clave. No hay explicaciones fáciles, no hay soluciones simples. Todo está interrelacionado y hay un factor de impredecibilidad que, paradojicamente, hay que tener en cuenta. Sólo el diálogo, la comprensión y aceptación de diferentes puntos de vista nos pueden guiar en la construcción de los lugares comunes.

Lo digital.  La revolución que la irrupción del mundo digital ha supuesto en nuestras vidas es de tal magnitud que nos cuesta comprender sus efectos. El acceso a una información hasta hace poco impensable. Nuevos modos de relacionarse, de compartir con los demás. El verdadero desafío de todo ello: el compatibilizarlo con el mundo analógico.

Nuestra profesión. Como siempre, con un montón de retos por delante. Desde mi punto de vista, con el desafío de saber organizarnos para responder adecuadamente a la sociedad en este mundo tan complejo.

Y la lectura, el ocio, el deporte... Actividades y dimensiones que me parecen imprescindibles. Conocer gente que se propone retos y los consigue (o no).  El valor del esfuerzo por encima del resultado. La solidaridad, el compartir (otra vez más).

Por lo demás os cuento que Wang, como todos los años, se ha marchado a su país para visitar a su familia. Espero que vuelva pronto aunque con él, nunca se sabe.

http://www.visitaporelmoncayo.com/
Y termino esta entrada con una recomendación: se trata de un blog cuyos autores (generosos y enamorados de su tierra) he tenido oportunidad de conocer este verano. Se llama "Visita por el Moncayo" y os invito a que le echeís un ojo, mucho más si pensáis en algún momento daros un paseo por estos rincones.

Hasta la próxima.