viernes, 20 de febrero de 2015

Retrato en sepia.

Wang y el miedo.
Wang me cuenta esta curiosidad sobre las sepias, que es bien conocida en su país.
Las sepias pueden esconder sus brazos y tentáculos sobre la boca, y al encogerse, esconder ésta bajo su cuerpo. Para protegerse más contra el peligro sueltan un líquido, negro como la tinta, que sirve para ocultarlas.
Pero los pescadores, al ver ponerse negra el agua tiran sus redes... y las sepias son pescadas.

Pescar en Andalucía.
Buena la ha armado el Presidente del partido Ciudadanos, Albert Rivera, diciendo que cuando gobiernen en Andalucía (sic) van a cambiar la filosofía de la Junta y que "no van a repartir pescado, sino a enseñar a la gente a pescar o a dejar que la gente tenga su caña de pescar". 
Wang me pregunta por qué los andaluces no saben pescar sepias...
Por sus metáforas les conoceréis. Otro político (y van...) que se propugna para gobernante y viene a salvar al pueblo llano de su propia incompetencia.
Mensaje para navegantes: la culpa de que no tengas peces para comer es tuya.
Corolario: el que quiera peces... que se moje... ¡pues eso!

Lo que nos viene desde la pérfida Albión.
Ya he comentado en otras entradas lo humillante y peligrosa que me parece esa metáfora de "enseñar a pescar". Básicamente por que construye un relato en el que el pobre, el parado, el enfermo... lo es por su propia responsabilidad. En el mejor de los casos es un ignorante que no sabe. En otras lecturas es un degenerado que abusa de las prestaciones sociales.
Y así se generan los debates como el que se está dando en el Reino Unido. Los obesos, los alcohólicos y los drogadictos no deben recibir prestaciones sociales. Es lo que propone el Partido Conservador británico.
No tardaremos en ver propuestas de este tipo por nuestro país. Ya se han dado algunas y cada vez van a tener más fuerza. 
También con ésto vamos a ir de culo.

La cultura del pescado.
Son las consecuencias de la cultura benéfica y asistencial tan arraigada en España. Nos apiadamos de los pobres... hasta que los castigamos culpándoles de su propia situación. Nos hemos instalado en el reparto del pescado, sin acometer reformas estructurales ni políticas universales de lucha contra la pobreza. Las consecuencias de ello las sufriremos durante muchos años.

Cada vez me desanimo más cuando surgen las propuestas sobre política social y aparecen como medidas-estrella unas timoratas Rentas mínimas de inserción que no son sino subsidios condicionados absolutamente ineficaces. Os dejo un artículo al respecto, por si queréis consultarlo. Aquí. Os lo recomiendo.

 

Final.
Os dejo. Tal vez otro día profundicemos en algunos de los temas que he comentado. Hoy me voy de tapas con Wang.
Se ha empeñado en invitarme a sepia a la plancha...


Entre tanto os dejo con el Pescao y su: "Buscando el sol"









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar.